El tutor ideal… ¿qué clase de tutora me gustaría ser?

 

Ser tutor es algo que pronto o tarde nos tocará a todos los alumnos del máster, queramos o no. Es una parte de ser docente en un centro escolar y nos tocará hacer un trabajo extra por mantener un buen ambiente en el aula y a nuestra clase contentos.

En una de las sesiones de clase, nos planteamos cómo sería ese tutor ideal y llevamos a cabo unos posters con las características que nos parecieron más importantes en un tutor. Utilizando ese poster de inspiración (¡gracias, compis!), me hacía ilusión hacer mi propia ilustración de cómo es un tutor ideal en mi cabeza, o más bien, qué clase de tutora quiero ser cuando llegue el momento y a lo que quiero aspirar.

Nótese que me he dibujado con mucha bondad y el dibujo no se corresponde con la realidad.


Desde mi punto de vista, es necesario que el tutor sea motivador, dinamizador y tenga entusiasmo. Así, el ambiente durante las sesiones de tutoría será más positivo y los alumnos tendrán una mayor posibilidad de participar en el aula o tratar de llevar a cabo actividades o charlas.

La creatividad también me parece esencial para un tutor, ya que el currículo educativo actual da muy poca importancia a todo lo que sea creativo y, según algunos estudiosos, la educación incluso mata la creatividad. Las horas de tutoría, en caso de no tener ningún conflicto, son horas perfectas para llevar a cabo actividades originales y divertidas que fomenten y cultiven la creatividad de los alumnos.

El tutor ideal también necesitaría paciencia. Mucha, mucha paciencia, después de todo, estamos tratando con adolescentes. Pero el primer paso para poder tratar con un adolescente correctamente y así servir de guía y ayuda es no ver al adolescente como un problema, sino alguien que está pasando por una situación problemática. ¡Comprenderlos es muy importante!

Además, la asertividad es esencial. Un tutor que sabe mostrar sus emociones y opiniones de una forma clara y segura servirá de buen ejemplo para que los alumnos imiten su comportamiento. Trabajar la asertividad en los alumnos y enseñarles a decir que no o dar su opinión de una forma educada y segura sería una actividad perfecta para las horas de tutoría.

Finalmente, el tutor ideal sería mediador, sabría resolver conflictos. Debe saber cómo escuchar a ambas partes del conflicto y poner una solución que asegure que ese comportamiento no se vuelva a repetir. Debe saber cómo fomentar la cooperación y la interacción entre compañeros y asegurarse de que el ambiente en el aula sea cómodo, tolerante e inclusivo.

Todo facilísimo, ¿verdad?

No, ahora en serio. El tutor ideal es una figura muy difícil a la que llegar, pero a la que todos podemos aspirar. Estoy segura de que con la experiencia y con nuestras cualidades positivas, todos los alumnos del máster lograremos conseguir convertirnos, tal vez no en un tutor perfecto, pero sí en un tutor increíble con el que los alumnos estarán cómodos.

Estos son los valores que incluimos en nuestro trabajo grupal en clase. ¡Trabajar con los rotuladores fue muy divertido!

Vosotros, ¿qué tipo de tutor queréis ser? ¿Qué valores elegisteis en clase? ¡Os leo!

¡Muchas gracias por leerme!

Y buena suerte el estudio...



Comentarios

  1. ¡¡Me encanta la ilustración propia que te has hecho!! ¿Con qué haces estos dibujos tan guachisss??
    Creo que todos los aspectos que consideras importantes en el tutor ya los tienes de base, me pareces una chica muy creativa, motivadora, dinámica, entusiasta... y estoy segura que todos los valores los irás trabajando con la experiencia de la vida.
    ¡Ha sido un placer conocerte!

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