Los clubs: la forma en la que consiguieron que participase en un centro

 

Pensando en cómo lograr que los alumnos se vean más involucrados en el centro y participen más en actividades, no he podido evitar recordar una experiencia personal sobre mi participación en el instituto y la universidad.

La verdad, nunca he sido muy participativa en el instituto, siempre había un riesgo de humillación pública y no veía incentivos por los que involucrarme más en las actividades que había. A mis amigas las veía por la mañana y si nos veíamos por la tarde era porque habíamos quedado fuera del centro escolar.

Mi experiencia en la universidad fue similar. Solamente había un coro y un grupo de teatro, pero no era precisamente la más talentosa ni cantando ni actuando. Así que, tanto el instituto como la universidad para mí fueron llegar a clase, sentarme, escuchar la clase y marcharme.

Mi rutina fue así hasta que hice mi año Erasmus en la universidad de Cardiff. En la universidad de Cardiff, nada más llegar, te dabas cuenta de que había una comunidad de estudiantes activa y participativa que además recibía a cualquier novato con los brazos abiertos. Por supuesto, yo estaba encantadísima: de hecho, ya había cotilleado alguna cosilla en internet porque me parecía demasiado bueno como para ser real.

Para empezar, tenían un edificio que se llamaba Students’ Union. Un edificio entero dedicado a los estudiantes, con establecimientos, áreas de estudio y zonas que estaban dedicadas a que los alumnos pasasen el rato juntos. Además, las primeras semanas de clase tenían una feria en ese edificio llamada “Fresher’s fair”. Es un evento dedicado a que los clubs de la universidad se presentasen para que los alumnos pudiesen verlos y decidir a cuáles apuntarse. Se preparaban puestecitos para cada sociedad con los papelitos y merch para convencer a la gente de que se apuntasen a su sociedad. También había puestos de recogida de firmas de grupos más activistas o clubs con objetivos relacionados con el medio ambiente o temas de actualidad de gran relevancia.

Así se ve desde arriba el evento.

Inmediatamente me apunté a las sociedades de anime, kpop y arte de la universidad e hice muchísimos amigos gracias a estas. Pasar tanto tiempo en las propias instalaciones de la universidad me hizo animarme y apuntarme a otras actividades en el edificio de estudiantes, como sesiones de terapia con perritos para relajarnos o reuniones más formales sobre la gestión de clubes y actividades.

Qué risa, buscando fotos de sociedades he encontrado una en la que salgo.

Como los estudiantes estaban tan acostumbrados a participar en el ambiente universitario de forma activa, los alumnos de la universidad también podían tener posiciones de poder en la Students Union. De hecho, vivimos unas elecciones de estudiantes en las que votamos por nuestros candidatos favoritos. Los propios estudiantes salieron a los pasillos de la universidad y las calles para promocionarse y hacer campaña. Y no es que fuesen tres gatos, había docenas de nombres para algunas categorías.

Ver que los alumnos estaban tan interesados en la gestión de actividades y organización de clases en la universidad fue un cambio muy agradable. De hecho, la mayoría de mis amigos del club de anime acabaron presentándose a las elecciones del club. Ganaron esas elecciones y los añadieron al equipo directivo de los clubes, en los que debían mantener reuniones con profesores para decidir financiaciones, cuestiones culturales y normas para el club, de forma que pudiese tener algún valor educativo también.

Creo que crear un ambiente tan agradable, interactivo y social entre los alumnos podría ser un gran truco para que se vean más motivados a participar en los institutos de forma activa. Los propios estudiantes podían decidir sobre las actividades que organizaba cada club y los eventos más sociales que preparaban. En las actividades extraescolares, se siguen indicaciones de profesores y se siente como otra clase más, más amena, que se toma de forma voluntaria. Además, gracias a la existencia de clubs, se daría oportunidades adicionales a aquellos alumnos que les cuesta socializar o quedan más excluidos.

Una vez están acostumbrados a reunirse y preparar actividades, tienen una mayor probabilidad de involucrarse en actividad educativa, ir a reuniones o asumir posiciones de poder, como volverse los presidentes de sus clubs o presentarse para ser delegados de sus clases e ir a reuniones.

Por lo menos, en mi caso, me sirvió para ver cómo funcionaba la universidad por dentro y hacer muchos amigos nuevos. Los clubes existen en otros países y son bastante típicos en estos. ¿Qué creéis que sucedería en España si probásemos a implementar sociedades o clubs en el centro educativo? ¿O la carga excesiva de deberes no permitiría a los alumnos disfrutar del tiempo libre juntos?

¿Vosotros qué opináis del tema?

¡Muchas gracias por leerme!