La formación y la valoración de los profesores: ¿cómo podemos mejorarlas?

En nuestra primera práctica grupal se nos pidió que hiciésemos una valoración personal acerca de una serie de temas relacionados con la educación, nuestro grupo pensó en medidas para la mejora de la formación y valoración social del profesorado. Este tema nos dio mucho que pensar y tuvimos un debate, cada alumno teníamos una opinión distinta y nos dio una oportunidad de conocer los distintos puntos de vista de nuestros compañeros. Como apoyo y ayuda para nuestra valoración, se nos dio una entrevista de El Mundo a tres docentes de diferentes generaciones de una misma familia.

La entrevista menciona la negatividad de rodea al sistema educativo español actual y el papel que juegan los padres en la educación de sus niños y su interacción con el profesorado. También habla sobre la preparación para las oposiciones de secundaria, la poca preocupación por la salud mental del profesorado y la remuneración que reciben. Todas las cuestiones de la entrevista y del tema nos parecieron de gran interés, ya que gran parte de la gente tiene un punto de vista algo negativo cuando piensa en el profesorado. Lo primero que piensan cuando piensan en un profesor es en aquel profe que siempre les suspendía en clase o en las (escasas) vacaciones de verano que se les da a los docentes.

El tema de las vacaciones es uno de los que más me llamó la atención de la entrevista: todo el mundo envidia a los profesores por poder disfrutar de dos meses sin trabajo. Pero, ¿realmente dejan de pensar en el trabajo por esos dos meses? Muchos profesores tienen que acudir al instituto hasta principios de julio para terminar las evaluaciones y finalizar algunas cuestiones formales de papeles. A finales de agosto, ya tienen que estar de vuelta para comenzar con la división de clases, creación de horarios, redacción de unidades didácticas, etc. Estas vacaciones terminan siendo dos meses escasos que, además, desde mi punto de vista, son cruciales para la salud mental del profesorado.

En el instituto, los profesores se adaptan a una gran diversidad de alumnos, a los que ayudan con sus estudios y tratan que enseñar sus conocimientos. También resuelven conflictos, a los que se enfrentan diariamente y tratan de conseguir un buen ambiente en el aula que sea óptimo para la enseñanza. Anteriormente, el instituto era un lugar muy respetado al que se iba a aprender, pero a día de hoy a veces se percibe como un espacio en el que la gente expresa su insatisfacción constantemente. Que los profesores se enfrenten a esa insatisfacción, el conflicto y la desobediencia diariamente puede tener un gran efecto en su salud mental y hacer que se sientan quemados o cansados de su trabajo.

La protección de la salud mental del profesor es esencial para un buen ambiente en el aula.

Esto nos hizo pensar en la salud mental del profesorado y en la poca importancia que se le da. Como medida, sugerimos exámenes psicotécnicos cada tiempo para revisar el estado de la salud mental de los profesores y revisar además que se encuentren en condiciones para continuar dando clase de forma óptima. Para ello, será necesario darle más importancia a la salud mental y dedicar más recursos para que los profesores tengan un lugar al que acudir en caso de no encontrarse bien mentalmente.

Para asegurar una buena preparación y formación de profesores, además de tener en cuenta su salud mental, también pensamos en el contenido que los profesores ofrecen y los conocimientos que tienen sobre su especialidad. A día de hoy, tanto la sociedad como las tecnologías están avanzando a una gran velocidad y los profesores deben adaptarse a estas circunstancias cambiantes y, además, adaptar los contenidos que imparten.

Para asegurar que estos contenidos se renueven con el tiempo, la existencia de cursos para la constante formación de los profesores nos ha parecido de gran importancia. A día de hoy, se hacen cursos para que los docentes nunca dejen de aprender, pero la mayoría son online y no generan un gran impacto o dan recursos que se puedan utilizar en el aula. Una medida que podría resultar útil sería dedicar más recursos y financiación a la formación de los profesores y estos cursos, para que siempre tengan algo nuevo que aportar al agua y la enseñanza sea útil y no consista solamente en la memorización o repetición de contenido.

La clase es más divertida cuando la idea es original e innovadora.

También pensamos en la importancia de las oposiciones para comprobar que el profesor mantenga los conocimientos y habilidades necesarios para mantener su plaza y no reutiliza y repite siempre el mismo contenido. Además, las oposiciones permiten la entrada a nuevos docentes, de forma que se asegure siempre la calidad del profesorado.

Esos serían los aspectos que nos parecieron de interés para asegurar que el profesorado esté bien formado: la preocupación por su salud mental, mantener las vacaciones, ofrecer cursos de interés a los que se deban apuntar para renovarse y la aprobación de oposiciones para comprobar que disponen de los conocimientos necesarios.

Finalmente, hubo algo en la que no tuvimos nada de debate y en lo que todos estábamos de acuerdo desde el principio: la remuneración de los profesores podría ser más alta de lo que es ahora mismo. Para los que son funcionarios, y para los interinos también.

Vosotros, ¿qué opináis al respecto? ¿Qué medidas utilizaríais para que se valore mejor al profesorado?

¡Muchas gracias por leerme! Espero que nos leamos de nuevo.❤





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